martes, 26 de abril de 2016

La motorización de las Compañías de Asalto

Los nuevos métodos para la resolución de los problemas de orden público derivados del nuevo escenario político-social surgido tras el advenimiento de la II República provocaron la creación de las Secciones de Vanguardia y Asalto, embrión de los futuros Grupos de Asalto creados en el seno del Cuerpo de Seguridad; todo ello exigió, no sólo la preparación física y técnico-policial de su personal acordes con los cometidos asumidos, sino también la necesaria motorización del Cuerpo con el fin de dotar a estas unidades de la movilidad y flexibilidad necesarias que garantizasen la correcta asunción de todas sus funciones, especialmente en materia de orden público.

Hay que tener en cuenta que hasta entonces, la motorización del Cuerpo de Seguridad era muy limitada, articulándose fundamentalmente en unidades de infantería, carentes de cualquier tipo de medio móvil en la mayoría de los casos; Escuadrones de Caballería que aunque aportaban movilidad en sus intervenciones tan solo estaban presentes en las grandes capitales y algunas unidades ciclistas o sobre motocicleta distribuidas por el territorio nacional. Por lo demás, la mayoría de los servicios se realizaban a pie, patrullando las calles, o trasladándose por ese mismo medio a los escenarios del conflicto.


Con ocasión de la militarización del Cuerpo en 1921, tras el atentado que costó la vida a D. Eduardo Dato, Presidente del Consejo de Ministros, se decidió iniciar una discreta mecanización de las unidades destinadas en Madrid para lo cual se adquirieron, con un presupuesto de 673.000 pts., 10 automóviles de la marca Mercedes Hudson; 25 motocicletas provistas de sidecar de la marca Harley Davidson; 208 bicicletas para dotar a las nuevas unidades ciclistas; 2 camiones, uno de ellos celular, con capacidad para 24 detenidos, y otro para el transporte rápido de un Pelotón reforzado de Guardias (16) y 2 cocinas de campaña. Todo este material fue presentado en Madrid, ante S.M. el Rey D. Alfonso XIII, en la mañana del 20 de abril de 1922.

Furgoneta del Cuerpo de Seguridad y Asalto (Museo Policial de La Coruña)

Poco más material móvil debió adquirirse en los siguientes años al menos en lo que a vehículos tácticos se refiere para dotar al Cuerpo de Seguridad, llegándose en esta situación al 14 de abril de 1931, fecha de advenimiento de la II República que, un mes más tarde, inicia la creación de las denominadas Secciones de Vanguardia y Asalto. 

La primera de estas Secciones de Vanguardia y Asalto, herederas de la Sección de Gimnasia, creada por el General Mola en 1931 y que interviene por vez primera en Madrid la noche del 24 de marzo de ese año, se constituye al poco de proclamarse el régimen republicano. Es el 16 de mayo de 1931 cuando al tomar posesión de la Dirección General de Seguridad Angel Galarza, hace público su proyecto de crear una Sección de Asalto, dentro del Cuerpo de Seguridad, compuesta por 80 individuos, de edad no superior a 30 años, colocando a su frente a un Oficial con el empleo de Capitán, auxiliado por dos Tenientes y cuatro Brigadas; el proyecto se pone en marcha al día siguiente, domingo 17 de mayo.

Días después, concretamente el día 30 del mismo mes, se presentó oficialmente la Unidad en un acto celebrado en la capital de España bajo la presidencia del Director General de Seguridad. En esta presentación la fuerza asistió con el único camión de transporte rápido disponible que no era otro que el presentado en la parada de 1922. El "bautismo de fuego" de la Sección de Vanguardia y Asalto tuvo lugar pocos días más tarde, el 6 de julio, cuando sus efectivos tuvieron que intervenir en una huelga violenta de los empleados de la Compañía Telefónica cuyos actos de fuerza tuvieron por escenario las calles del centro de Madrid.

El Director General encomendó al prestigioso Teniente Coronel de Infantería Muñoz Grandes la organización de estas nuevas Unidades del Cuerpo de Seguridad lo que trajo como lógica consecuencia un cambio completo no sólo en la doctrina sino también en la forma de entender este tipo de unidades de ahí su posterior articulación en entidades de mayor envergadura tipo Compañía y tipo Batallón, denominados Grupos de Asalto, compuestos por tres Compañías de fusiles y una de Especialidades, dotadas estas con armamento colectivo e incluso, a partir de principios de 1936, con los vehículos blindados "Bilbao" de los que también disponía la División de Caballería del Ejército. En cuanto a la motorización de los Grupos recibieron, a lo largo de estos años como veremos, furgonetas con capacidad para un Pelotón reforzado y vehículos faetones para el patrullaje ordinario y el transporte por Escuadras. 

En cuanto a su despliegue por el territorio nacional se diseñó más en función de la operatividad que siguiendo otro tipo de criterios; de esta forma se tendió a distribuirlos por las zonas estratégicas de mayor conflictividad potencial, atendiendo primordialmente a su eventual intervención en el medio urbano que, además de concentrar el mayor número de habitantes, también constituía el motor potencial de una mayor conflictividad socio-laboral. De esta forma, los Grupos fueron distribuidos en Madrid (1º, 2º y 3º); Bilbao (4º); Sevilla (5º); Valencia (6º); Zaragoza (7º); La Coruña (8º); Málaga (9º); Oviedo (10º); Badajoz (11º); Valladolid (12º); Murcia (13º) y Barcelona (14º, 15º y 16º).

Este despliegue que permitía el poder acudir, cualquiera de los Grupos o sus unidades dependientes, a una parte del territorio próxima o lejana de su cantón habitual, exigía para lograr esa flexibilidad la necesaria motorización con medios modernos y capaces.

La ansiada motorización comenzó finalmente a principios de 1932. Una Ley de 30 de enero, aparecida en la Gaceta el 5 de febrero siguiente, establece no sólo la entidad de fuerza destinada a estas Secciones, sino también concede un crédito de 2.120.000 pts., para la motorización de tales unidades a base de la adquisición de 60 camiones para el transporte de fuerzas a razón de 25.000 pst./unidad; 40 automóviles faetones a 13.000 pts. y una dotación de 100.000 pts. más para la compra de tanques lanza-agua a presión y sus accesorios. 

En cuanto al personal destinado en estas nuevas unidades, quedó cuantificado, inicialmente, en 2 Comandantes; 30 Capitanes; 40 Tenientes; 30 Suboficiales; 50 Sargentos; 70 Cabos y 2.500 Guardias primeros. 

El primer dato que nos permite seguir tras la pista del material automóvil al que nos hemos referido lo encontramos en la Gaceta correspondiente al 6 de abril siguiente que anuncia la pública subasta para la adquisición de estos medios móviles, indicando la especificaciones técnicas a las que quedan sujetos, así como el pliego de condiciones por las que se regirá la subasta de adjudicación del contrato.

Las condiciones técnicas a las que deberán ajustarse los modelos ofertados por los diferentes fabricantes licitadores se fijan en las siguientes: 

Un solo lote compuesto por 60 camiones, carrozados en autocar con una capacidad de 25 plazas; capota plegable de lona fuerte, impermeabilizada, de color gris, con cortinillas laterales dispuestas para hacer un cierre completo por medio de cosido metálico. Los asientos, perpendiculares al eje mayor del vehículo y en disposición que permita el rápido acomodo y salida de los 25 ocupantes por medio de puertas situadas a ambos lados de las filas de los asientos.

Los vehículos solicitados deberán ser de chasis bajo, con ruedas gemelas, con una distancia entre los ejes de 4 a 4,50 metros y provistos de dos ruedas calzadas de repuesto. Cuatro o seis cilindros en el motor, con cambio de velocidades de 3 ó 4 marchas, además de marcha atrás y una potencia fiscal de 15 a 25 C.V.

Las condiciones establecen, igualmente, que los camiones deberán disponer de sistema de frenado a las cuatro ruedas; capacidad del depósito de gasolina de 50 a 60 litros, con un consumo máximo del 30% y puesta en marcha eléctrica. En cuanto al consumo de aceite se fija 350 grm. por cada 100 km.

Se señala igualmente que los vehículos presentados a concurso sufrirán unas pruebas consistentes en un recorrido de 300 km. con carga máxima; subida del Puerto del León del Guadarrama, sin calentamiento excesivo de los motores, parando en plena cuesta cuando así se disponga.

Como precio máximo se fija la cantidad de 25.000 pts., por unidad, con un monto total de 1.500.000 ptas. para el lote, realizándose la adquisición entre fabricantes nacionales y estableciendo un plazo máximo de entrega de 45 días, debiendo verificarse esta, libre de gastos, en el Parque Móvil de la Policía Gubernativa de Madrid.

En cuanto a los 40 vehículos rápidos de tipo faetón, se establece las siguientes especificaciones:

Furgoneta del Cuerpo de Seguridad y Asalto (colección particular)

Un solo lote compuesto por 40 vehículos tipo faetón, con una capacidad de 5 plazas; capota plegable de lona fuerte, impermeabilizada, de color gris, con cortinillas laterales dispuestas para hacer un cierre completo. Cuatro portezuelas, dos a cada lado y dos ruedas de repuesto.

Cuatro o seis cilindros en el motor, con cambio de velocidades de 3 ó 4 marchas, además de marcha atrás y una potencia fiscal de 15 a 17 C.V. Encendido eléctrico y sistema de frenado a las cuatro ruedas; depósito de gasolina con capacidad para 35 a 40 litros, con un consumo máximo del 20% de combustible y de 250 grms. de aceite cada 100 km. Los vehículos deberán subir pendientes del 12% a plena carga.

Se fija un precio máximo de 13.000 pts. por vehículo, siendo el valor total del lote 520.000 pts.

Al igual que los camiones, los vehículos se adquirirán entre fabricantes nacionales, estableciendo un plazo máximo de entrega de 30 días, debiendo verificarse esta, libre de gastos, en el Parque Móvil de la Policía Gubernativa de Madrid.

El texto continúa haciendo alusión a las condiciones legales por las que ha de regirse la subasta, documentación exigida, plazos, procedimiento, garantías, etc., y que quedan fuera del objetivo del presente trabajo.

La subasta se celebró el 25 de abril, declarándose desierta la adquisición de los vehículos faetones por no haberse presentado licitador alguno en forma y adjudicando, con carácter provisional, el contrato de adquisición de los sesenta camiones a la Sociedad Anónima "La Hispano Suiza", fábrica de automóviles, con domicilio social en Barcelona; esta adjudicación provisional se convirtió en firme con fecha 18 de julio siguiente. 

En cuanto a la adquisición de los cuarenta automóviles faetones, pendiente como queda dicho por falta de licitadores o porque simplemente las ofertas no se ajustaron a las exigencias del pliego de condiciones, el 28 de abril, la Gaceta, publica un nuevo concurso para la adquisición de estos vehículos con los mismos requisitos y condiciones que la anterior, convocando la subasta pública para el 11 de mayo siguiente.

Tampoco debió surtir efecto esta segunda subasta para la adquisición de los vehículos ligeros toda vez que, con fecha 20 de diciembre de ese mismo año, una Ley autoriza la modificación del concepto "vehículos - cien camiones para el transporte de fuerza a 25.000 pts." por "vehículos - para la adquisición de camiones para el transporte de fuerza" sin que ello experimente alteración en el crédito de 2.500.000 pts. articulado para tal fin.

Esta modificación deja entrever que se abandona la exigencia de número y tipo de vehículos, dedicando el esfuerzo económico a la exclusiva adquisición de camiones, ampliando ligeramente el presupuesto consignado inicialmente; si a esto añadimos lo señalado anteriormente referente a la resolución firme de adjudicación de la subasta para la compra de 60 camiones a la firma "Hispano Suiza" y la eliminación del concepto de "vehículos faetones", todo indica que la pretensión de compra de este tipo de medios móviles se abandonó al menos en estas fechas, aunque más adelante, como veremos, si fueron finalmente adquiridos.

También en este año de 1932, concretamente el 5 de mayo, la Gaceta inserta en sus páginas el pliego de condiciones para la adquisición de un camión tanque de agua a presión al que hacía referencia la Ley de 30 de enero anterior ya comentada. Según las especificaciones este vehículo deberá estar construido de manera que los dispositivos de lanza agua puedan trabajar eficazmente a corta o larga distancia (defensivo-ofensivo); con el fin de poder disolver aglomeraciones a larga distancia dispondrá de un tubo lanza-aguas horizontal, montado sobre una torre giratoria y blindada, con rendijas laterales para la observación, situada entre la cabina y el tanque, pudiendo moverse el tubo también en sentido vertical; igualmente, en la parte baja del vehículo, a ambos lados y en la zona trasera, dispondrá de mecanismos para el lanzamiento de agua horizontalmente a corta distancia. El tanque depósito incorporado al vehículo tendrá una capacidad de 4.000 a 5.000 litros.

La cabina del conductor, que formará un todo único con la torreta giratoria, estará blindada y el parabrisas protegido por una persiana de chapa de hierro abatible, como también lo serán los estribos para evitar que puedan acceder a ellos cualquier tipo de personal ajeno al servicio. En lugar de ventanillas, la cabina, llevará planchas de metal; igualmente se protegerá de manera especial el radiador del vehículo.

La bomba se situará al final del bastidor y tendrá un rendimiento de 800 litros por minuto, a una altura total manométrica de 200 metros. El tubo lanza-agua dispondrá de un dispositivo que permita el paro instantáneo de lanzamiento de líquido. 

En cuanto al vehículo será de 5 toneladas de carga; 25 km./hora de velocidad; fuerza de 100 C.V.; distancia entre ejes 4.500 mm.; ancho de vía 1.800 delante y 1.700 atrás; consumo máximo de un 30%, con un gasto de aceite de 1,5 a 2 litros cada 100 km. El coste no superará las 100.000 pts.

Como en casos anteriores se adquirirá entre productos nacionales con un plazo de entrega de tres meses, libre de gastos y colocado en Madrid. A todo ello siguen las características de la subasta, documentación exigida, avales, etc.

Con fecha 1º de agosto siguiente se resolvió la subasta, celebrada el día 16 de mayo, a favor de la firma comercial "Sociedad Española de Construcción Naval" (SECN), domiciliada en Madrid, por un importe de 87.000 pts.

Aunque no disponemos de ese dato, es fácil suponer que este vehículo quedaría adscrito a la plantilla de Madrid una vez recepcionado.

Por datos que poseemos, con ocasión de asumir el General Mola el cargo de Director General de Seguridad, se iniciaron las primeras gestiones conducentes a la adquisición de un vehículo de estas características aunque no existe constancia fehaciente de que llegase a ser entregado por el suministrador. 

Volviendo al tema de los vehículos de dotación para los Grupos de Asalto, la motorización prosiguió en los meses siguientes. En tal sentido, con motivo del aumento de plantilla en 2.500 efectivos, de todos los empleos - Teniente Coronel a Guardia - para las Secciones de Vanguardia y Asalto, aprobado por Ley de 8 de septiembre del citado 1932, se articula una nuevo crédito presupuestario de 3.150.000 pts., para la adquisición de 100 nuevos camiones para el transporte de fuerzas, a razón de 25.000 pts., cada uno, y 50 automóviles faetones a 13.000 pts. unidad.

Furgoneta del Cuerpo de Seguridad y Asalto (colección particular)

Pese a todo, dificultades de orden técnico y la carencia de tiempo suficiente para evacuar los informes preceptivos y en consecuencia la celebración de las subastas correspondientes, impidieron la utilización completa de este crédito, obligando a la cancelación de los remanentes al finalizar el ejercicio, por ello, con fecha 9 de mayo de 1933 una nueva Ley viene a disponer un crédito por la misma cantidad que el anterior, 3.150.000 pts., para la compra de la misma cantidad de vehículos, 100 camiones y 50 vehículos faetones, que ya figuraban en la Ley anterior.

Con ello se pretende, con carácter urgente, dotar a las Secciones de Vanguardia y Asalto del material móvil necesario para el cumplimiento de sus fines, confiriéndoles la necesaria movilidad y flexibilidad en los desplazamientos que tengan que realizar con motivo de cualquier intervención conducente a restaurar el orden público.

Consecuente con esta Ley, con fecha 2 de noviembre siguiente, la Gaceta, inserta los requerimientos y especificaciones técnicas, así como el pliego de condiciones para la adjudicación de los contratos de compra tras la preceptiva subasta de un total de 89 camionetas de 21 plazas, excluyendo al conductor, destinadas a las ya denominadas Compañías de Asalto.

Los vehículos requeridos se ajustarán a las siguientes exigencias técnicas: un solo lote de 89 vehículos carrozadas en autocar con una capacidad de 21 plazas; capota plegable de lona-alpaca, impermeabilizada, de color gris, con cortinillas laterales dispuestas para hacer un cierre completo y rígido. Los asientos, en forma de bancos de haya fuerte del país, con bastidor metálico, colocados perpendiculares al eje mayor del vehículo y en disposición que permita el rápido acomodo y salida de los 21 ocupantes por medio de puertas situadas, alternativamente, a ambos lados de las filas de los asientos, excepto el lugar del conductor que tendrá puertas por ambos lados.

La carrocería de acero, de un milímetro de espesor, pintada en duco, color gris verdoso reglamentario en las camionetas de servicio de la Dirección General de Seguridad, llevarán a ambos lados de las puertas delanteras la leyenda reglamentaria "Dirección General de Seguridad. Compañías de Asalto", numerándose de la 68 a la 175, ambas inclusive; el piso será construido a base de planchas de aluminio estriado, igual que los estribos que serán corridos. El parabrisas llevará cristal de seguridad e irán dotadas de faro pirata y de sirena mecánica tipo policía.

Los vehículos solicitados deberán ser de chasis bajo, con ruedas traseras gemelas, con una distancia entre los ejes de 4 a 4,50 metros y provistos de dos ruedas calzadas de repuesto. Cuatro cilindros de motor, con cambio de velocidades de 3 ó 4 marchas, además de marcha atrás y una potencia fiscal de 20 a 25 C.V.

El pliego de condiciones establece, igualmente, que los camiones deberán disponer de sistema de frenado a las cuatro ruedas; capacidad del depósito de gasolina de 65 a 70 litros, con un consumo máximo del 26% y puesta en marcha eléctrica. En cuanto al consumo de aceite se fija 200 grm. por cada 100 km.

Los vehículos presentados a concurso sufrirán unas pruebas consistentes en un recorrido de 4.000 km. por toda clase de caminos y pendientes, verificándose también pruebas de resistencia de la carrocería.

Como precio máximo se fija la cantidad de 28.000 pts., por unidad - este ligero incremento en el precio motivó, sin duda, la limitación de compra de las 89 camionetas en lugar de las 100 previstas en la Ley - con un monto total de 2.492.000 ptas. para el lote, con un plazo máximo de entrega de 30 días, los primeros 29 vehículos y los otros 60 en intervalos de diez días, debiendo verificarse esta, libre de gastos, en el Parque Central de Automovilismo de la Policía Gubernativa de Madrid.

Continua después la Gaceta refiriendo el resto de las condiciones, documentación, avales y exigencias a las que quedan obligados las firmas licitadoras.

En cualquier caso, este dato nos permite conocer que hasta esta fecha de 1933, el parque móvil de las fuerzas de Asalto estaba integrado por un total de 67 vehículos adquiridos el año anterior y que vinieron a sumarse al único existente hasta entonces proveniente de la parada de 1922; pese a todo hay que tener en cuenta que tal vez a este número, inferior a los 100 previstos inicialmente, habría que añadir algún otro dado de baja por razones técnicas o accidentales desde la fecha de su adquisición.

Tan solo nueve días después, el 11 siguiente, la Gaceta publica la convocatoria de la pertinente subasta para la adquisición de 38 automóviles faetones - ignoramos el motivo de la disminución de los previstos inicialmente -, con capacidad para 5 a 7 pasajeros, con destino a los servicios de Policía; en esta convocatoria, al igual que en las anteriores, se especifican las características técnicas de los vehículos que son las siguientes:

Un solo lote de 38 vehículos de cuatro portezuelas, dos a cada lado y dos ruedas de repuesto. Cuatro cilindros de motor, con cambio de velocidades de tres marchas, además de marcha atrás y una potencia fiscal de 17 C.V. Encendido eléctrico y sistema de frenado a las cuatro ruedas; depósito de gasolina con capacidad para 50 a 55 litros, con un consumo máximo del 18% de combustible y de 200 grms. de aceite cada 100 km. Los vehículos deberán subir pendientes del 12% a plena carga.

Se fija un precio máximo de 13.000 pts. por vehículo, siendo el valor total del lote 494.000 pts.; el plazo máximo de entrega, libre de gastos, en el Parque Central de Automovilismo de la Policía se fija en 30 días.

Continúan después los requisitos que deberán observar los licitadores, plazos, avales y otras circunstancias.

El día 15 de noviembre se sustancia la subasta para la adquisición de las 89 camionetas, adjudicando provisionalmente el contrato, igual que sucediera el año anterior, a la S.A. Hispano Suiza de automóviles, con domicilio social en Barcelona. Sin embargo no sucedió lo mismo con los vehículos faetones ya que la Gaceta de 23 de noviembre inserta la convocatoria de una segunda subasta con idénticas condiciones técnicas y legales que la anterior.

Por fin, con fecha 3 de diciembre siguiente, el periódico oficial inserta la resolución por la que se otorga el contrato de compra de los 38 vehículos ligeros faetones a la firma Wikal S.A., con domicilio social en Madrid, por un importe de 11.818,15 pts. unidad.

Concluye pues el año 1933 en que según las convocatorias de vacantes específicas para las Secciones de Vanguardia y Asalto - 2.500 plazas en marzo de 1932 y otras 2.500 en septiembre siguiente - quedaban ya articuladas aun cuando ni estaban desplegadas íntegramente ni tampoco sus efectivos estaban al 100%. Todo ello hace suponer que al alcanzar en 1936 el número de 8.000 que le asigna para esta fecha el historiador Salas Larrazabal - nosotros creemos que este número se queda un poco corto, cifrándolo en algo más de 10.000 - su nivel de motorización también hubiese sido incrementado, prueba de ello es la adquisición, en los primeros meses de 1936, de un total de 25 blindados "Bilbao" que fueron presentados en Madrid en junio de ese mismo año y asignados a las Compañías de Especialidades de algunos de los Grupos.

Sea como fuere, lo cierto es que con estos programas de mecanización del Cuerpo de Seguridad y Asalto comenzó, de forma resuelta la tan necesaria motorización de la Policía Española que hoy alcanza los niveles casi deseados al estar dotada de un importante parque automovilístico. Lejos queda aquella revista de 1922 en que, a buen seguro muy alborozado, el Cuerpo de Seguridad recibió su primer camión de transporte de fuerzas. 

Bibliografía:

Gaceta de Madrid. B.O.E.
Blindados españoles. Un siglo de historia. Ed. Quirón.
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en España (1900-1945) Ed. Serga. 
El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII (1908-1931). Mismo autor. Fundación Policía Española.
El primer blindado policial. Mismo autor. Revista "Policía".
Otras fuentes.

José Eugenio Fernández Barallobre,
(artículo publicado en la Revista "Policía")


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